jueves, 14 de febrero de 2013

NOTA

Desistir del tiempo en la tierra.
Ver morir a las plantas en las oficinas,
el colador de luz como un haz posado en la ventana.
Perder el tiempo
en busca de una nostalgia muy rara para ser hallada de nuevo. 
Se manifiesta y arde. Es difícil apagarla. 

VOLTERETAS

El pájaro negro cayo. Planeando herido y equívoco en picada.
Yo lo vi estremecerse en un acto terrible y compartido. 
Se que tuvo que quebrarse los huesos para dar su ejemplo al mundo.
Las alas esparcidas tornasol como cera de velas. 
Volaban únicas y sintomáticas las plumas, deslizándose como gatos por las aceras incompletas. De pronto una ternura abrupta y el déjà vu. 
Por supuesto también estaban allí presentes muchas otras cosas: el árbol que muere de sed y quiere una daga para herirse. El automóvil estático y diseccionando.
La luna en su habitual estado hormonal de menguantes y trampas que obstruyen constantemente el secreto de la luz.
El pájaro negro cayo y nadie pudo ahorrarle sus desdichas. 
Las plumas siguen allí rozagantes como gatos dando volteretas a ciegas. 
El sol esta muy lejos y quema. Mi criatura se derrama.