miércoles, 21 de septiembre de 2011

STALKER

Fría se acerca una aguja
destempla el iceberg,
la agonía exterior la mira con cautela
disponiendo sus carnes entredichas,
sujetándola
le devela el trato entre dientes
como un perro lame las piernas de su amo
entonces se reitera ese dolor
que escarba el hueso con lujuria.

Salgo a pasear mi carroña dorada
la comodidad viste la mitad de mi cuerpo,
puedo sentir acumulados los bordes que nos unen a los extremos
costuras maltrechas,
los excesos de la vida peligrosa.

En la esquina se encuentra de nuevo el
mamut violento, vacilante
queriendo aplastar nuestras cabezas
sin hacer el mas ínfimo ruido,
con una tenue melancolía.