miércoles, 21 de septiembre de 2011

STALKER

Fría se acerca una aguja
destempla el iceberg,
la agonía exterior la mira con cautela
disponiendo sus carnes entredichas,
sujetándola
le devela el trato entre dientes
como un perro lame las piernas de su amo
entonces se reitera ese dolor
que escarba el hueso con lujuria.

Salgo a pasear mi carroña dorada
la comodidad viste la mitad de mi cuerpo,
puedo sentir acumulados los bordes que nos unen a los extremos
costuras maltrechas,
los excesos de la vida peligrosa.

En la esquina se encuentra de nuevo el
mamut violento, vacilante
queriendo aplastar nuestras cabezas
sin hacer el mas ínfimo ruido,
con una tenue melancolía.




2 comentarios:

  1. Aplausos Vera . Degustar los plieges de la carne cuando están ausentes por la profundidad de una mente joven en una vida que se quiso vivir .. la parte de ti que ahí quiere estar pero no está .El dolor de las mentes colerizadas por un cumulo de ausencias y patologías tangibles sólo por la poesía .

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  2. Gracias Efrén, significa mucho para mi que me comentes tus apreciaciones. Este ha salido con todo, me doble el interior y busque la carroña sin horrorizar mis propios limites, siempre siendo.

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