cerrar los ojos sin que los toques,
despertar de este sueño
rojo oscuro
sin sangrar de nuevo.
Un automóvil en movimiento
la acera aspera como los cimientos,
mis dientes
algunas muertes siempre se reiteran
fáciles e inadvertidas
anillar la sonrisa
que se posa absurda,
toda rencor,
toda cicatriz en la frente
Dios mira desde las rendijas
estólido y viudo
espera que nos sentemos a hablar
sobre el reflejo sórdido
como si el recuerdo nos clonara uno a uno,
algo clandestino,
como si me atropellaran los zapatos
esa ingravidez sin astucia,
este oficio sucio.
Mandíbulas transparentes
soy la hipocresía que Jack se llevo,
ese vestido de novia
sin usar,
esas uñas que frotan las paredes,
la vecina que nunca acaba
de gemir,
la pobre inocente que arrancan
como un cartel
sin saber la hora de la función.
Noches infrarrojas
tragando imágenes
este televisor
no sirve
siempre hago preguntas,
tus besos
enmarcados
siempre te apagas
y no hay alguien en la puerta.
Me desabotono lento
me siento fría como las losas
que se apoderan
del lavamanos,
el agua corre
el patán la sigue
hasta el edificio,
la ventana se enciende
este cigarrillo si quema.
2007
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